Nos
hemos acercado al problema de la sustentabilidad dentro del sistema científico-tecnológico
característico de las sociedades del siglo XXI y dentro de lo que se denomina
la sociedad del conocimiento, partiendo a su vez del modelo cultural que
tenemos de la naturaleza que nos rodea, lanzándonos a la tarea de acercarnos al
último de los elementos desde los cuales parece más fértil desarrollar el reto
de la sustentabilidad: la incorporación de la tecnología al entramado de la
cultura, permitiendo y fortaleciendo a los individuos y los grupos sociales a
la adecuada apropiación del conocimiento científico y su aplicación tecnológica
al proyecto que se desee en el futuro.
De
esta manera se pueden abrir algunas respuestas a la pregunta de cómo articular,
en un sistema no lineal, el desarrollo del sistema científico-tecnológico, todo
ello dentro del contexto de la sociedad del conocimiento, tomando en cuenta y
generalizando, que el desarrollo tecnológico es irreal si no va acompañado de
su comprensión de la aceptación social y cultural.
Actualmente,
vivimos en una profunda transformación de los parámetros desde los cuales se
analizan los conceptos relacionados con la dimensión sociopolítica y económica
del desarrollo científico-tecnológico, es preciso que los individuos no se vean
a si mismos tan sólo como usuarios instruidos en las tecnologías, sino también
como actores del proceso de innovación y de apropiación cultural del sistema
tecnocientífico, que permitan a su vez desarrollar estrategias de
alfabetización científico-tecnológica crítica.
En
los últimos 50 años, en todo el mundo se ha vuelto crucial el problema del
entorno y los procesos en los que se genera, aplica y distribuye socialmente el
conocimiento, como lo es la revolución científico-tecnológica, aún está lejos
de alcanzar su límite, trayendo consigo la necesidad de replantear el modo
contemporáneo de cómo atender asuntos relacionados con la economía, la cultura,
las relaciones políticas entre centro y zonas adyacentes, formando parte del
conjunto de temas relacionados con la ciencia, tecnología y sociedad,
relacionados con la innovación tecnológica.
Enfocando
la relación entre ciencia y tecnología, sociedad e innovación, al menos de dos
maneras:
a. El
carácter hegemónico, afronta los problemas del sistema tecnocientífico como un
todo homogéneo, en que los problemas y soluciones de las sociedades más
avanzadas (postindustriales) son las que deben ser aceptadas por todos.
b. Disponer
de un intenso debate sobre las aportaciones de la tecnociencia en un contexto
teórico de crisis de la teoría del conocimiento de la modernidad.
De
tal manera, que es imprescindible fortalecer políticas que lleven la
investigación científica y el desarrollo tecnológico a la meta de la
innovación. Innovar no consiste en hacer cosas nuevas, sino en desarrollar
creativamente soluciones para resolver necesidades de los diversos grupos
humanos y culturas que conviven en nuestras entidades, de manera colaborativa e
integrativa con los demás países, queda claro que sólo podemos hablar de
innovación sostenible cuando ésta involucre y se revierta en toda la sociedad,
permitiendo medir cuantitativa y cualitativamente el impacto de los procesos de
distribución social del conocimiento.
c. Nos
encontramos con la necesidad de promover acciones, estrategias y visiones a
largo plazo de crecimiento sostenible en un entorno integrado, preciso pensar
en el problema del conocimiento más allá de la posición hegemónica en la
modernidad y el diálogo continuado entre las disciplinas científicas (ciencias
cognitivas, de la complejidad, psicología, inteligencia artificial), con otros
tipos de saberes, incrustados en el universo cultural; sin olvidar el factor
clave, que ha permanecido en el logro de las transformaciones sociales,
culturales y políticas como lo es la universalidad; permaneciendo siempre el
capital humano altamente cualificado.
Actualmente,
el desarrollo de las nuevas tecnologías está conformando una serie de cambios
estructurales a nivel económico, laboral, social, educativo, político, de
relaciones, la escuela como principal ente envuelto en todas estas
innovaciones, caracterizándola como la sociedad de la información, atender a
las demandas sociales desde distintos ámbitos, en este caso la educación
multimedia, entendiéndose como la que da uso de las nuevas tecnologías,
permitiéndole al alumno:
-
Conseguir destrezas y actitudes para
comunicarse, interpretar y producir mensajes.
-
Desarrollar un pensamiento crítico, que
lo capacite para tomar decisiones que lo lleve a construir una sociedad justa e
intercultural y convivir así con las innovaciones que se vayan sucediendo.
Esta
cultura se caracteriza por la participación del pueblo y la sociedad en su
evolución y desarrollo, seleccionando alternativas más enriquecedoras que
palien el determinismo tecnológico, es decir que la toma de decisiones sea
emprendida por especialistas que guíen según sus intereses el cambio dentro de
las mismas, encontrándonos con dos actitudes diferentes:
-
La pragmática que se caracteriza por la
utilización y aceptación de las nuevas tecnologías sin cuestionarlas.
-
La crítica que acepta las nuevas
tecnologías y es consciente de lo que implica el análisis de la conveniencia de
los medios para la sociedad, procurando no caer en descalificaciones que
llevarían al estancamiento, a posiciones vacías y a anular espacios de comunicación
y consenso.
Todos, de
una u otra manera, aportamos nuestro granito de arena, en la inclusión de
nuevas tecnologías para que de la sociedad de la información nos lleve a una
sociedad del conocimiento.